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domingo, 25 de noviembre de 2012

imagenes de navidad 2013 para colorear

Llegan los Reyes Magos desde Oriente, es tiempo de alegría, ilusión y magia!! El 5 de enero es un día inolvidable para los más pequeños, la algarabía de la cabalgata, el roscón y el chocolate , y los nervios de la noche pensando en los regalos!!!
Desde que empieza el mes de diciembre hasta la mañana del 6 de Enero los niños despiertan sus ilusiones e inocencia. Hacen preguntas sobre quiénes eran los tres reyes magos, porqué fueron al nacimiento del niño Jesús, porqué se monta el Belén de Navidad o Cómo van los reyes magos a todos los sitios en una misma noche... Un sin fín de preguntas que suelen llevar a la respuesta: "Por qué son Magos, ellos lo saben y ven todo..." 

Durante los días próximos a la navidad quieren enviar sus cartas y son muchos los pajes reales que ayudan a sus Majestades a recoger las cartas de todos los niños, a leerlas y preparar los paquetes para cada casa... sino sería imposible repartir todos los regalos la noche del 5 de Enero. 

Además de los regalos los niños despiertan ilusiones en estas fechas y siguen tradiciones y costumbres familiares. 

Algunas de ésta son: tomar el roscón de reyes y disfrutar de la tarde de la cablagata con los amigos o seres queridos. Van adoptando momentos de felicidad que lucen con enormes y llamativas sonrisas en sus rostos.

Reyes Magos
imagenes de navidad 2013 para colorear

viernes, 5 de octubre de 2012

reyes magos diciembre


Dicen que recordar es vivir. Cuando mira atrás y le llegan los mejores recuerdos de su infancia, los más afortunados sin duda le remiten a la época navideña, las posadas, la piñata, los villancicos, el rico pavo que preparaba mamá o el dulce aroma del ponche que con esmero hacía la abuela.
Pero lo mejor de todo era la espera y el encuentro con aquellos personajes envueltos en ese halo de misterio y magia, que hacían brincar tu corazón: Santa Clos y los Reyes Magos.(Vea fotos en nuestra galería)
Es posible que haya sido de los afortunados que recibió la visita de todos ellos o nada más del hombre bonachón que habita el Polo Norte o, como la mayoría de los pequeños en México, solamente esperaba la llegada de los Reyes de Oriente.
Pero, ¿recuerda la leyenda que le contaban sus papás acerca de ellos? Usted, ¿qué le relata a sus pequeños?
De santos recuerdosPocos saben que el origen de Santa Clos se remonta a los primeros siglos de nuestra era. Su nombre verdadero era Nicolás y nació en Parara de Licia, antigua provincia de Asia menor. Era Obispo y fue encarcelado por confesar su fe durante la persecución de Dioclesiano, aunque más adelante fue liberado al subir al trono el emperador Constantino.
Según escritos de San Metodio, gracias a las enseñanzas de Nicolás, la metrópoli de Mira fue la única que no se contaminó con la herejía Arriana (corriente que ponía en duda la divinidad de Jesucristo), a la cual combatió ferozmente.
Se cuenta que el gobernador Eustacio fue nombrado para condenar a tres inocentes. Nicolás se presentó justo en el momento de la ejecución, detuvo al verdugo y liberó a los individuos. Reprendió al Gobernador y éste acabó por arrepentirse de su mala acción. Por allí estaban tres oficiales que, al verse posteriormente en peligro de muerte, le rezaron a Nicolás.
Se dice que esa misma noche se le apareció en sueños a Constantino y le ordenó liberar a los tres oficiales. Al día siguiente el Emperador interrogó a los prisioneros y, al enterarse de que éstos habían invocado a Nicolás, los envió libres al Obispo junto con una carta en donde le suplicaba que orara por la paz del mundo. Aquí nació su prestigio de hombre santo.
Después de su muerte (6 diciembre del 345 o 352), aumentó su devoción y crecieron los reportes de hechos milagrosos. Se convirtió en patrón de los niños y marinos.
Sus restos fueron rescatados de Mira (9 de mayo de 1087) cuando la ciudad cayó en manos de los musulmanes, y fueron llevados a Bari, en la costa adriática de Italia. Fue en ese momento cuando su popularidad se propagó más. A la fecha sus reliquias se conservan en la Iglesia de San Nicola di Bari.
Entre la gran serie de milagros que se le atribuyen se encuentra el que habla de unos vecinos de Mira tan pobres, que se vieron orillados a prostituir a sus tres hijas. Para evitarlo, Nicolás tomó una bolsa de monedas de oro y en la noche la arrojó por la chimenea de la casa de la infortunada familia. Con ese dinero se casó la hija mayor, y lo mismo hizo con las otras dos.
En la siguiente ocasión, tras tirar la bolsa se enredó con la ropa que estaba tendida y así fue que se descubrió al bienhechor.
La leyenda de los regalos creció sobre todo en Alemania, Suiza y los Países Bajos. Esta costumbre se popularizó en Estados Unidos por los protestantes holandeses instalados en Nueva Amsterdam, que convirtieron al santo en un mago nórdico. Su nombre se abrevió a Sn Nic, Saint Klaes, hasta llegar al nombre que hoy se conoce.
A través del tiempo su imagen se fue modificando: la mitra de Obispo fue reemplazada por el gorro rojo y la cruz pectoral desapareció. Se mudó de Turquía al Polo Norte y se le representó vestido todo de color rojo durante el siglo 20. Una compañía de refrescos se encargó de ello.
El encuentro con el Niño Dios
Sobre los Reyes Magos se sabe que eran magos de Oriente y que son citados en el Nuevo Testamento. Al nacer Jesús de Belén y verlo en brazos de su madre María se postraron ante él, lo adoraron y le obsequiaron oro, incienso y mirra.
Magos en aquella época se refería a hombres sabios y de ciencia. Se sabe que eran astrónomos, por eso conocían con precisión los movimientos de las estrellas. Sabían que una de ellas anunciaba la llegada del Hijo de Dios.
Con el tiempo, la tradición añadió detalles simbólicos: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad y representantes de las tres edades del hombre.
Se cuenta que después de la Resurrección de Jesucristo, el apóstol Tomás los localizó en Saba, India. Fueron bautizados y se les consagró obispos. Posteriormente fueron martirizados (año 70) y sus restos fueron depositados en un solo sarcófago y llevados a Constantinopla. Más tarde Federico I los trasladó a Colonia, lugar donde a la fecha se veneran.
Con el tiempo, España y otros países católicos adoptaron la costumbre de celebrar la Epifanía (manifestación de Jesús para darse a conocer como Hijo de Dios) con la festividad de los Reyes Magos. La gente olvidó el significado verdadero de esta palabra y la convirtió en sinónimo de adoración de los Reyes.

domingo, 6 de mayo de 2012

Palabras de la Biblia con los Reyes Magos


El Evangelio de San Mateo (Mt 2, 1-12) cuenta de unos Magos* que vinieron de oriente buscando al nuevo rey que habría de nacer. En las Escrituras no se abunda mucho sobre su origen, su personalidad, sus rasgos, ni siquiera sus nombres.
Se asume que eran "sabios" o astrónomos, llamados en aquella época como"magos", porque venían siguiendo una estrella que presagiaba la llegada del nuevo rey.
Como venían con regalos para el rey que habría de nacer, la tradición los describe como reyes bondadosos con presentes para todos, asignándole un nombre y rasgos específicos a cada uno.

lunes, 30 de abril de 2012

Foto de los reyes magos

Los Reyes Magos saludan a su llegada a Benicarló. | Natàlia Sanz
Foto de los reyes magos

Los Reyes Magos la historia


Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente desembarcaron ayer en la provincia de Castellón para repartir juguetes e ilusión entre los más pequeños y esperanza y buenos deseos entre los mayores. Melchor, Gaspar y Baltasar pisaron tierras castellonenses a las cuatro en punto de la tarde. En Castellón, su alcalde, Alfonso Bataller, les esperaba al pie de la escalera real del Grao, junto a las reinas de las fiestas y las damas de la ciudad, para obsequiarles en señal de bienvenida con el pan y la sal.
Más tarde, cuando los tres reyes llegaron al Ayuntamiento, el primer edil también les entregó las llaves de la ciudad para que durante la noche pudieran entrar en todos los domicilios de la capital y que les diera tiempo de visitar el resto de los domicilios de los niños de la provincia.
Los Magos llegaron a la plaza Mayor acompañados por una cabalgata real y fantástica –personajes de cuento se entremezclaron con el séquito de Sus Majestades– en la que a mitad de recorrido se echó en falta la lluvia de caramelos que, por contra sí tuvo su protagonismo en la primera parte del itinerario.
En Burriana, familias expectantes saludaban a los ocupantes del barco que se acercaba a puerto. Tras las primeras muestras de afecto, los Reyes Magos se dirigieron a la iglesia del Carmen para postrarse ante el niño Jesús. Subieron a sus carrozas y el desfile arrancó en la avenida Jaume I. Tras el pasacalle subieron al balcón consistorial donde recibieron la llave de la ciudad a cargo del alcalde, José Ramón Calpe.
Los niños de Vinaròs también vivieron momentos mágicos con Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes llegaron a bordo del Catambo y ante un puerto pesquero abarrotado de niños y por el alcalde y por las reinas y damas de las fiestas de San Juan y San Pedro.

lunes, 27 de febrero de 2012

felicitaciones reyes magos

felicitaciones reyes magos

día reyes magos

día reyes magos

3 reyes magos para colorear

3 reyes magos para colorear

Tres reyes magos con su ofrenda para colorear

Tres reyes magos con su ofrenda para colorear

Pintar los reyes Magos con su ofrenda

Pintar los reyes Magos con su ofrenda

La estrella de los reyes Magos

La estrella de los reyes Magos

Colorear los Reyes Magos dando su ofrenda

Colorear los Reyes Magos dando su ofrenda

Los camellos de los Reyes Magos

Los camellos de los Reyes Magos

Tarjeta postal de los Reyes Magos

Tarjeta postal de los Reyes Magos

Foto de los tres Reyes Magos en la Iglesia Foto de los tres Reyes Magos en la Iglesia

Foto de  los tres Reyes Magos en la Iglesia

Colorear los tres reyes Magos

Colorear los tres reyes Magos

Dibujo de niño de los reyes magos

Dibujo de niño de los reyes magos

Los tres Reyes magos rezando

Los tres Reyes magos rezando

viernes, 6 de enero de 2012

Fotos de los Reyes Magos









Historia de lso reyes Magos

Los personajes que originan la atmósfera que invade la madrugada del 6 de enero poseen ciertas claves desconocidas para la gran mayoría. Los Reyes Magos son unos misteriosos personajes. Buscar en los orígenes de esta tradición lleva irremediablemente a uno de los Evangelios de la Biblia, el de San Mateo.
Los Reyes Magos: ¿Quiénes son?
Los Reyes Magos: ¿Quiénes son?
En la biblioteca de la Universidad de Salamanca se encuentra un códice del siglo XV, "Historia de los Reyes Magos", plagado de citas del Antiguo Testamento que relata la trayectoria de estos durante y después de la adoración.

En el capítulo dos, versículos uno al doce, se narra como unos Magos, guiados por una luminosa estrella, llegaron a Belén para adorar y ofrecer sus místicos dones al recién nacido Mesías, burlando al infanticida más temido y famoso de la historia Herodes.

Pero el mismo San Mateo no ofrece detalles sobre su origen, ni siquiera afirma que fueran reyes, por lo que muchos autores consideran que el evangelista, que escribía para los judíos, los utilizó como recurso para realzar la naturaleza divina y el carácter de Jesús como Mesías.

Existen interpretaciones que aseguran que los Reyes Magos podrían haber sido astrólogos babilonios o sacerdotes persas, cultivadores de las ciencias -particularmente la astronomía- desde un punto de vista teológico.

Tampoco cita San Mateo el lugar o país del que procedían, aunque todo apunta a Babilonia o Persia; Babilonia era un gran centro astrológico, donde al igual que Persia, los magos eran una casta con mucha influencia. Lo más probable es que llegasen a Jerusalén dos meses después de que naciera Jesús.

En cuanto al número de magos, se acepta el de tres, teniendo en cuenta el número de presentes ofrecidos. No obstante en determinadas representaciones pictóricas, por razones de perspectiva o capricho del autor, sólo aparecen dos o, en otras ocasiones, cuatro.

Los tres nombres que han llegado hasta nosotros en la tradición occidental -Melchor, Gaspar y Baltasar- no son los nombres primitivos u originales de los Magos, los cuales se desconocen por completo (Mateo tampoco los menciona). La representación de uno de los Reyes Magos como hombre de raza negra, no comenzó hasta el siglo XIV. El venerable monje benedictino, Beda, doctor de la Iglesia, los describió así en un códice: "Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; Baltasar, negro". Beda los consideró representantes de Europa, Asia y África, para así acentuar la soberanía universal de Cristo sobre todas las razas y países. Los nombres son distintos en diversas lenguas. En griego, Appellicon, Amerín y Damascón; en hebreo, Magalath, Galgalath y Serakin. Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes.

Su destino, tras la adoración, fue incierto. San Mateo sólo dice que regresaron a su país por otro camino para burlar a Herodes. La tradición piadosa afirma que fueron discípulos de Santo Tomás. Otros afirman que fueron consagrados obispos y murieron martirizados hacia el año 70 de nuestra era. Sus supuestas reliquias fueron transportadas de Milán a Colonia en el siglo XII, donde aún hoy son veneradas en un relicario bizantino de la catedral de esa ciudad alemana.
Otro de los enigmas de los Reyes Magos más estudiados es la naturaleza del brillante astro que les condujo hasta el pesebre de Jesús. Para muchos autores no era sino un cometa o meteoro luminoso. Hay quien mantiene que pudo tratarse del cometa Halley. Kepler, en 1606, afirmó que pudo nacer de la conjunción triple de dos planeta, Saturno y Júpiter, en la constelación de Piscis.

Por último, en la biblioteca de la Universidad de Salamanca se encuentra un curioso códice del siglo XV, titulado Historia de los Reyes Magos. Plagado de citas del Antiguo Testamento, relata la trayectoria de estos durante y después de la adoración. Destaca el episodio de las tentaciones que sufrieron los tres Reyes a cargo de Satanás.

¡Feliz día de Reyes!

Cartas de los Reyes Magos

Cuento de los reyes Magos:
Apenas su padre se había sentado, al llegar a casa, dispuesto a escuchar, como todos los días, lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, ésta en voz baja, como con miedo, le dijo:
- ¿Papa?
- Sí, hija, cuéntame.
- Oye, quiero... que me digas la verdad.
- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido-.
- Es que... -titubeó Cristina-.
- Dime, hija, dime.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos?
El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?
La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:
- ¿Y tú qué crees, hija?
- Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.
- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
- ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina-.
- Entonces no lo entiendo, papá.
- Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.
Cristina se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:
Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarlo. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito...
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:
- Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
- ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos.
- No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.
- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración-.
- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? -preguntó Dios.
- Sí, claro, eso es fundamental - asintieron los tres Reyes-.
- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?
- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres-.
- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.
Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:
- Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.
Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano, mientras decía:
- No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.
Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.